Flores de Bach

Las Flores de Bach fueron creadas por el Dr. Edward Bach entre los años 1928 y 1932.

El Dr. Bach nació en 1886 en Moseley, en las afueras de Birmingham. En 1906, empezó sus estudios de Medicina en la Universidad de Birmingham, y más tarde se trasladó al University College de Londres, donde completó sus estudios en 1912. Más tarde, se convirtió en un especialista en patología, bacteriología, inmunología y homeopatía.

Se libró de luchar en la Primera Guerra Mundial debido a su falta de salud, aunque, entre otras cosas, estuvo ayudando a los heridos durante la guerra. En 1917, trabajaba infatigablemente en los heridos y en sus investigaciones, cuando sufrió una seria hemorragia y le fueron pronosticados tres meses de vida. Entonces, decidió volver a su trabajo tan rápidamente como pudo, resuelto a hacer una última contribución a la medicina antes de morir.

Su maravillosa recuperación le llevó a reflexionar sobre su retorno a la vida, y llegó a la conclusión de que un interés absorbente, un gran amor y un propósito definido en la vida constituyen los factores decisivos de la felicidad del hombre en la tierra.

Edward Bach, creía que el estado mental podía tener un efecto directo y muy poderoso sobre la salud física. Al descubrir los escritos de Hahnemann sobre homeopatía pensó que por fin andaba bien encaminado para encontrar el tipo de tratamiento natural que buscaba. Al final, acabó por abandonar su consulta médica de Londres, y consagró su vida al nuevo sistema de medicina que podría ayudar a los pacientes como individuos en lugar de tratar los síntomas de la enfermedad. Edward Bach llegó a tomar conciencia de que lo que caracteriza los problemas físicos de las distintas personas no son tanto los muchos tipos de enfermedad existentes, sino las condiciones psicológicas que las generan. Durante varios años, Bach fue capaz de reconocer y de encontrar un remedio apropiado para cada caso y, a lo largo de los cinco años siguientes, terminó la serie de las 38 Flores. Murió plácidamente en el año 1936.

Se emplean dos métodos para hacer los Remedios Florales de Bach. La mayoría de las flores son delicadas y, por consiguiente, se utiliza el método de solarización para prepararlos. Eso implica dejar flotar las flores en agua mineral de manantial durante unas cuantas horas. El segundo método, es hervir las plantas más leñosas o las flores que florecen cuando el sol es débil durante media hora. En ambos casos se utiliza coñac de 40º para que el remedio se conserve, y éste se mezcla con la tintura que hemos obtenido tras usar los métodos arriba mencionados. Unas gotas de esta tintura madre se diluyen de nuevo en coñac para elaborar las botellas de los remedios que se venden al consumidor final.

En 1983 la OMS. (Organización Mundial de la Salud) publicó un estudio dirigido a las administraciones sanitarias de sus estados miembros, recomendando explícitamente la terapia de Bach ("Medicine traditionelle et couvertere des soins de santé". OMS. Genève. 1983. Pg. 162).

Los 38 Remedios Florales

Estos remedios fueron la gran creación del Dr. Bach. Los concentró en siete grupos tratar los estados emocionales que más sobresalían en el ser humano:

Remedios para aquellos que sienten temor:
Rock Rose (Agua de Roca), Mimulus (Mímulo), Aspen (Álamo Temblón), Red Chestnut (Castaño Rojo), Cherry Plum.

Remedios para aquellos que sienten incertidumbre:
Cerato (Ceratostigma), Scleranthus, Gentian (Genciana), Gorse, Hornbeam, Wild Oat (Roble Silvestre).

Remedios para aquellos que son susceptibles a las influencias externas:
Agrimony (Agrimonia), Centaury, Walnut, Holly (Acebo).

Remedios para quienes se preocupan excesivamente por el bien ajeno:
Chicory (Achicoria), Vervain (Verbena), Vine (Vid), Beech, Rock Water (Agua de Roca).

Remedios para aquellos que sufren falta de interés por el presente:
Clematis (Clemátide), Honeysuckle, Chestnut Bud (Castaño de Indias), Wild Rose (Rosa Silvestre), Olive (Olivo), White Chestnut (Castaño Blanco), Mustard (Mostaza).

Remedios para aquellos que sufren de soledad:
Water Violet (Violeta de Agua), Impatiens (Impaciencia), Heather.

Remedios para el desánimo y la desesperación:
Larch Pine (Pino) Elm (Olmo) Sweet Chestnut (Castaño Dulce) Star of Bethlehem (Estrella de Belén) Willow Oak (Roble) Crab Apple (Manzano Silvestre)


PARA AQUELLOS QUE SIENTEN TEMOR

HELIANTEMO: El remedio de salvación. El remedio de emergencia para casos que incluso parecen desesperados. En accidentes o enfermedades repentinas, o cuando el enfermo está muy asustado o aterrorizado, o si la condición es lo bastante grave como para causar inquietud a los allegados. Si el paciente no está consciente, se le pueden humedecer los labios con el remedio. Quizá se necesiten también otros remedios además, como, por ejemplo, si hay inconsciencia -es decir, un estado de profunda somnolencia-, clemátide; si hay tormento, agrimonia, etc.

MÍMULO: Miedo a las cosas del mundo, a la enfermedad, al dolor, a los accidentes, a la pobreza, a la oscuridad, a estar solo, a la desgracia. Los temores de cada día. Personas que llevan sus miedos en silencio y en secreto, sin hablar de ello libremente con otros.

CERASÍFERA: Miedo de la mente a agotarse, a que le abandone la razón, a hacer cosas temibles y horribles, indeseables y perjudiciales, aunque se piensa en ellas y se siente uno impelido a ellas.

ÁLAMO TEMBLÓN: Vagos temores desconocidos, para los que no hay explicación ni razón.
También el paciente puede estar aterrorizado ante algo pavoroso que va a ocurrir, sin que se sepa qué es. Estos miedos vagos e inexplicables pueden obsesionarle de día y de noche. Los que los padecen suelen tener miedo a contar sus preocupaciones a los demás.

CASTAÑO ROJO: Para quienes les resulta difícil no preocuparse por lo demás en exceso. Con frecuencia han dejado de preocuparse por sí mismos, pero pueden sufrir mucho por las personas a las que aman, anticipando las desventuras que les pueden ocurrir.


PARA AQUELLOS QUE SUFREN DE INCERTIDUMBRE

CERATOSTIGMA: Para aquellos que no tienen suficiente confianza en sí mismos para tomar sus propias decisiones. Están constantemente pidiendo consejo a los demás, y a veces les aconsejan mal.

SCLERANTHUS: Para aquellos que son incapaces de decidir entre dos cosas, inclinándose primero por una y luego por la otra. Suelen ser personas tranquilas, calladas, que sobrellevan solas su dificultad, pues no se sienten inclinadas a dialogar.

GENCIANA: Para aquellos que se desaniman fácilmente. Pueden progresar satisfactoriamente en la enfermedad o en los negocios de su vida cotidiana, y luego ante el menor retraso u obstáculo en su progreso, dudan y se desaniman pronto.

AULAGA: Gran desesperanza, personas que han perdido toda fe en que se pueda hacer algo por ellas. Si se les convence, o por complacer a los demás, pueden probar diferentes tratamientos, y al mismo tiempo asegurar a todos que hay poca esperanza de mejoría.

HOJARAZO: Para aquellos que sienten que no tienen fuerzas suficientes, mentales o físicas, para llevar la carga de la vida sobre los hombros; los asuntos cotidianos les parecen demasiado, si bien suelen cumplir con su tarea de forma satisfactoria. Para quienes creen que una parte de la mente o del cuerpo necesita fortalecerse antes de que puedan hacer bien su trabajo.

AVENA SILVESTRE: Los que tienen ambiciones para hacer algo importante en la vida, que quieren tener mucha experiencia y disfrutar de todo cuanto está fuera de su alcance, de vivir la vida a tope. Su dificultad estriba en determinar qué ocupación han de seguir; pues si bien sus ambiciones son fuertes, no tienen una vocación que les atraiga por encima de las demás. Esto les puede producir pérdidas de tiempo e insatisfacción.


PARA AQUELLOS QUE SUFREN FALTA DE INTERÉS POR EL PRESENTE

CLEMÁTIDE: Para los soñolientos, adormilados, nunca totalmente despiertos, sin gran interés por la vida. Gente callada, no muy feliz en sus actuales circunstancias, que vive más en el futuro que en el presente; viviendo de esperanzas de tiempos mejores en los que se hagan realidad sus ideales. En la enfermedad, algunos se esfuerzan poco o nada por ponerse bien, y en algunos casos incluso desean la muerte, en espera de tiempos mejores, o de encontrar a un ser querido al que habían perdido.

MADRESELVA: Para los que viven demasiado en el pasado, quizá añorando una época de gran felicidad.


PARA AQUELLOS QUE SUFREN DE SOLEDAD

VIOLETA DE AGUA: Para quienes, en la salud o en la enfermedad, les gusta estar solos. Gente muy callada, que se desplazan sin hacer ruido, hablan poco y con voz suave. Muy independientes, capaces y seguros de sí. No suelen influirles las opiniones de los demás. Son reservados, dejan a la gente sola y siguen su propio camino. Con frecuencia inteligentes y con talento. Su paz y serenidad es una bendición para quienes les rodean.

IMPACIENCIA: Para los que son de pensamiento rápido y veloces en la acción y que quieren que todo se haga sin vacilación ni retrasos. Cuando se encuentran enfermos, están deseando curarse rápidamente. Les resulta muy difícil tener paciencia con las personas lentas, pues les parece un error y una pérdida de tiempo, y se esforzarán por hacer que esas personas sean más rápidas en todos los aspectos. Suelen preferir trabajar y pensar solos, para poder hacer las cosas a su ritmo.

BREZO: Para quienes están constantemente buscando la compañía de cualquiera, pues les resulta necesario discutir sus asuntos con los demás, quienesquiera que sean. Son muy desgraciados si tienen que estar por un tiempo.


PARA AQUELLOS QUE SON HIPERSENSIBLES A LAS INFLUENCIAS Y OPINIONES EXTERNAS

AGRIMONIA: Para personas joviales, de buen humor, que gustan de la paz y les disgustan las discusiones y las peleas hasta el punto de renunciar a muchas cosas con tal de evitarlas. Aunque suelen tener preocupaciones e inquietudes y se sienten turbados en su mente y en su cuerpo, ocultan sus cuitas detrás de su buen humor y de sus bromas y se les considera buenos amigos. Con frecuencia toman alcohol o drogas en exceso, para estimularse y seguir sobrellevando sus tribulaciones con buen talante.

CENTAURA: Personas calladas, tranquilas y suaves que se desviven por servir a los demás. Sobreestiman sus fuerzas en su ansia de agradar. Su deseo crece de tal modo en ellos que se convierten más en esclavos que en ayudas voluntarias. Su bondad les lleva a hacer más trabajo del que les corresponde, y al hacerlo así pueden descuidar su misión particular en esta vida.

NOGAL: Para los que tienen ideales y ambiciones bien definidas en la vida y los cumplen, pero rara vez se ven tentados de apartarse de sus propias ideas, propósitos y trabajo, ante el entusiasmo, convicciones o sólidas opiniones de los demás. El remedio da constancia y protege ante influencias externas.

ACEBO: Para los que se ven frecuentemente atacados por pensamientos como la envidia, los celos, la venganza, la sospecha. Para las distintas formas de vejación. Por dentro pueden sufrir mucho, con frecuencia cuando no existe una causa real de su desdicha.


PARA AQUELLOS QUE ESTÁN ABATIDOS O DESESPERADOS

ALERCE: Para quienes no se consideran tan buenos o tan capacitados como quienes le rodean, que esperan el fracaso, que sienten que nunca harán nada bien, y que por eso no se arriesgan ni se esfuerzan por tener éxito.

PINO: Para quienes se acusan a sí mismos. Incluso cuando algo les sale bien, piensan que podían haberlo hecho mejor, y nunca están satisfechos de sus esfuerzos o de sus resultados. Trabajan mucho y sufren mucho de los errores que se atribuyen. A veces, los errores se deben a otros, pero ellos se sienten responsables también.

OLMO: Para quienes hacen un buen trabajo, siguen la vocación de su vida y esperan hacer algo importante, y con frecuencia en bien de la humanidad. En ocasiones puede haber momentos de depresión cuando sienten que la tarea que han emprendido es demasiado difícil y sobrepasa el poder de un ser humano.

CASTAÑO DULCE: Para esos momentos que tienen algunas personas en los que es tan grande la angustia que les parece absolutamente insoportable. Cuando la mente o el cuerpo se sienten al límite de sus fuerzas y ya no pueden más. Cuando parece que ya sólo queda la destrucción y el aniquilamiento.

LECHE DE GALLINA: Para los que están muy deprimidos por circunstancias que producen una gran desdicha momentánea. El golpe de una noticia grave, la pérdida de un ser querido, el miedo que sigue a un accidente, etc. Para quienes por un tiempo se niegan a que se les consuele, este remedio les ayuda a sobreponerse.

SAUCE: Para quienes han sufrido una adversidad o una desgracia y les resulta difícil aceptarla sin quejas o resentimientos, pues juzgan la vida más por el éxito que aporta. Les parece que no se merecen un revés tan grande, que es injusto, y se vuelven amargados. Suelen perder interés y mostrarse menos activos en las cosas de la vida que antes les gustaban.

ROBLE: Para quienes se debaten y luchan denodadamente por su bienestar o las cosas de la vida cotidiana. Intentarán una cosa tras otra, aunque su caso parezca desesperado. Seguirán luchando. Están descontentos de sí mismos en la enfermedad si ésta interfiere con sus deberes o les impide ayudar a los demás. Son personas valientes, que se enfrentan a las grandes dificultades sin pérdida de esperanza o de esfuerzo.

MANZANO SILVESTRE: Es el remedio de la limpieza. Para quienes sienten como si hubiera en torno a ellos algo no muy limpio. A veces es algo aparentemente poco importante: en otros casos puede haber una enfermedad más grave que suele pasarse por alto comparado con aquello en que se fijan. En ambos tipos están ansiosos por verse libres de una cosa en particular que a ellos les parece mayor y tan esencial que hay que curarles de ella. Se quedan muy abatidos si fracasa el tratamiento. Este remedio, que limpia, purifica las heridas, si el paciente tiene razones para creer que le ha entrado algún veneno que hay que eliminar.


PARA AQUELLOS QUE SE PREOCUPAN EN EXCESO POR LOS DEMÁS

ACHICORIA: Los que piensan mucho en las necesidades de los demás; tienden a cuidar con exceso a los niños, a sus familiares, amigos, y siempre encuentran algo que enmendar. Están continuamente corrigiendo lo que les parece mal y disfrutan haciéndolo. Quieren estar cerca de las personas que les preocupan.

VERBENA: Los que tienen principios e ideas fijas, que están seguros de tener razón y que cambian rara vez. Desean vehementemente convertir a sus opiniones a cuantos les rodean. Tienen una gran fuerza de voluntad y mucho valor cuando están convencidos de las cosas que quieren enseñar. En la enfermedad se debaten cuando otros ya lo habrían abandonado todo.

VID: Gente muy capaz, segura de su capacidad, con fe en el éxito. Como tienen tanta seguridad, creen que sería bueno convencer a los demás de que hagan las cosas como ellos, pues están convencidos de tener razón. Incluso cuando están enfermos, dan instrucciones a quienes les cuidan. Pueden ser muy valiosos en caso de emergencia.

HAYA: Para quienes sienten la necesidad de ver más belleza y bien en cuanto les rodea. Y aunque muchas cosas parecen estar mal, tienen la capacidad de ver el bien en torno de ellos. Para poder ser más tolerantes, indulgentes y comprensivos con las distintas formas en que cada individuo y cada cosa tienden hacia su perfección.

AGUA DE ROCA: Los que son muy estrictos en su forma de vida; se niegan a sí mismos muchas de las alegrías y placeres de la vida porque consideran que eso podría interferir con su trabajo. Son maestros severos consigo mismos. Desean estar bien y fuertes y ser activos, y harán lo que crean conveniente para mantenerse así. Esperan ser ejemplos que atraigan a otros a seguir sus ideas y a lograr mejores resultados.

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